Hola y Adiós

Hola y Adiós... Es un constante de estos días.

Los peregrinos llegan... Hola... Poco a poco el relax va desapareciendo, la adrenalina comienza a fluir. Algunos peregrinos son solitarios, otros han formado un grupo y parecen conocerse desde hace mucho tiempo, otros se reencuentran tras algún día...

Pero para nosotros siempre es Hola y Adiós... Un subidón increíble durante una gran parte del día, con el pico máximo a última hora... lo que hace imposible conciliar el sueño hasta pasadas varias horas incluso... A pesar del cansancio que nos invade.

El hola y adiós también lleva consigo una sensación de plenitud total... algunos peregrinos nos llenan con su compañía, sus preguntas, sus confesiones... para que pasadas unas horas se marchen irremediablemente dejando sus huella en nuestro interior... que permaneceran efímeras hasta que lleguen los siguientes peregrinos... Es el adiós... Porque sistemáticamente llegará un nuevo hola...

Es una montaña rusa emocional alucinante, pero cada día más dura de soportar, ya que muchas de esas huellas no desaparecen y se ha de aprender a gestionar todos los momentos vividos en los días anteriores con los que se están produciendo continuamente...