martes, 5 de agosto de 2014

Irún - Santiago. Día 4. Pobeña - Güemes.

La noche en la tienda fue fría. Igual que el amanecer... Al fondo de las alforjas estaban las mallas que compré en Zamora, durante la magnífica Via de la Plana y que casi olvido en Barcelona.

Para abandonar el País Vasco, una subida... cómo no. Parece increíble que al cambiar de comunidad autónoma, también cambie de forma tan marcada el paisaje.

El terreno se ha suavizando y la verdad que se agradece. La etapa de hoy, ha sido muy llevadera. Salvo en los tramos finales donde las rampas existentes junto al sol reinante, han endurecido el recorrido. El premio final la llegada al "albergue" de este Camino. El padre Ernesto, junto a los voluntarios, han creado un lugar de ensueño. Que por unos instantes me han trasladado a Fuenterroble de Salvatierra (Via de la Plata).

Destacar que la señalización brilla por su ausencia en Cantabria. Triste dato y hecho que debería de hacer reflexionar a las autoridades pertinentes. Agradecer a las asociaciones Jacobeas y amigas del Camino su labor de señalización.
Mañana etapa larga, veremos como responden las piernas.

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