Como casi todos los días el cielo despertaba amenazando lluvia... Hoy cumplió sus amenazas, y durante los primeros kilómetros hasta la entrada en Galicia, la lluvia fue mi acompañante.
Impresionante cruzar el puente que separa Asturias de Galicia... Observar las corrientes con las que tienen que enfrentarse los pescadores que salen a faenar en minúsculas barcas es casi épico. Detalles que cuando viajamos en coche es imposible podamos detectar y por lo tanto disfrutar.
Una última mirada al mar... Durante gran parte de este Camino ha sido mi fiel compañero, proporcionando calma y relax en las duras subidas.
Por primera vez mi bici y yo pisabamos suelo gallego. Y ya se sabe. Galicia tiene subidas y bajadas, pero no llanos. Algo parecido a Cantabria y Asturias, pero con cotas más altas...
Poco a poco... Con el sol como compañero,¿Porque será que siempre aparece cuando llegan las subidas? Sumando kilometros...
A lo lejos divise las torres de la Catedral de Mondoñedo... Tierra de Basantas. Mis pensamientos para ellos.
La noche es fría... Pero se divisan estrellas, veremos que nos tiene reservado el Apóstol mañana.
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