Con el riesgo de parecer presuntuoso, me gustaría poder felicitarme... pero con los pies bien plantados en el suelo, ya que la felicidad es volátil. Y sobre todo desde la humildad y el saber que le debo a muchas personas haber llegado a esta situación.
Quiero felicitarme porque he sido designado para pitar un partido de la Final del PlayOff de liga masculina. Un sueño hecho realidad, una ilusión materializada. Un objetivo alcanzado.
Todos aquellos que nos movemos por las piscinas, tanto jugadores, como técnicos, delegados, árbitros, familiares... etc... Sabemos lo duro y sacrificado que es el waterpolo, y al mismo tiempo lo poco agradecido que se muestra con todos nosotros. Por eso una designación como esta te produce tantísima ilusión ya que es un reconocimiento a todos esos momentos de sacrificio...
Para nosotros los árbitros, son muchos madrugones, muchos partidos, viajes, gritos, insultos, momentos de soledad, de nervios. Siempre con quejas, protestas y casi nunca felicitaciones. Pero ahí estamos, arbitrando, estudiando, viendo partidos, entrenando... con la ilusión intacta partido a partido, buscando nuestra meta.
No sería justo si solo me felicitase y no agradeciese a todas esas personas que me han ayudado y acompañado. Es imposible nombrarlas a todas, pero todas ellas saben que el hecho de que este sueño sea real es también gracias a ellas. Con todas vosotras comparto este momento de enorme alegría.
Y a todos aquellos que amáis el waterpolo y que disfrutáis arbitrando os animo a continuar adelante, soñando y trabajando duro, porque ese trabajo dará su fruto, no tengo la menor duda. No tengáis miedo a equivocaros y a admitir vuestros errores. De esos errores aprenderéis las mejores lecciones.
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