Sólo una breve reflexión, una píldora informativa en forma de empatía deportiva para intentar que comprendan la situación a partir de la siempre odiosa pero necesaria comparación. ¿Se imaginan que el campeonato mundial de selecciones nacionales de fútbol sólo lo retransmitieran por la televisión si nuestra selección fuera ganando?
¿Se han parado a pensar qué pasaría si la final de la Champions League sólo la dieran si el Barcelona fuera por delante en el marcador? Si no... para qué..., si al fin y al cabo está perdiendo y no va a lograr su objetivo.
El año pasado comenzaron a retransmitir el Giro de Italia por TVE en las últimas cuatro etapas, cuando un tal Alberto Contador (ganador del Tour de Francia la temporada 2007) estaba a punto de culminar una gesta que no la repetía un ciclista español desde los tiempos de Miguel Induráin.
Este año, un tal Carlos Sastre (ganador del Tour de Francia la temporada pasada) se está partiendo el pecho con los mejores ciclistas del mundo, pero como de momento parece que aún no tiene las suficientes posibilidades según los responsables de la televisión pública, nos quedamos sin ver ni un mísero kilómetro de la ronda italiana.
¡Qué vergüenza! Eso sí, no se preocupen, que además de la primera división, podemos disfrutar de partidos de segunda, de la Copa del Rey, de la Champions League, de la UEFA, de la Liga inglesa, de la Liga italiana, de la Copa inglesa, y, por supuesto, de programas especiales resumen por si alguien se ha perdido cómo evoluciona el uñero del delantero de moda o si va mejor la gastroenteritis del portero de turno.
(El País)
¿Se han parado a pensar qué pasaría si la final de la Champions League sólo la dieran si el Barcelona fuera por delante en el marcador? Si no... para qué..., si al fin y al cabo está perdiendo y no va a lograr su objetivo.
El año pasado comenzaron a retransmitir el Giro de Italia por TVE en las últimas cuatro etapas, cuando un tal Alberto Contador (ganador del Tour de Francia la temporada 2007) estaba a punto de culminar una gesta que no la repetía un ciclista español desde los tiempos de Miguel Induráin.
Este año, un tal Carlos Sastre (ganador del Tour de Francia la temporada pasada) se está partiendo el pecho con los mejores ciclistas del mundo, pero como de momento parece que aún no tiene las suficientes posibilidades según los responsables de la televisión pública, nos quedamos sin ver ni un mísero kilómetro de la ronda italiana.
¡Qué vergüenza! Eso sí, no se preocupen, que además de la primera división, podemos disfrutar de partidos de segunda, de la Copa del Rey, de la Champions League, de la UEFA, de la Liga inglesa, de la Liga italiana, de la Copa inglesa, y, por supuesto, de programas especiales resumen por si alguien se ha perdido cómo evoluciona el uñero del delantero de moda o si va mejor la gastroenteritis del portero de turno.
(El País)
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