lunes, 20 de abril de 2009

20 Años de Game Boy.

Casi no hubo niño en la década de los 90 que no tuviera, o al menos pidiera una. La Gameboy, la primera consola portátil de uso masivo, con más de 120 millones de máquinas vendidas en todo el mundo, cumple mañana 20 años durmiendo el sueño de los justos. Ya fuera de catálogo, su ejemplo ha dado paso a otras máquinas como la Nintendo DS y la Playstation Portátil (PSP) que ven amenazado su reinado por la creciente competencia de móviles como el iPhone, que se ha convertido en la nueva niña bonita de los desarrolladores.

La Gameboy, que como el resto de su especie apareció primero en Japón, fue un invento de Nintendo que supuso exportar al mundo portátil la posibilidad de cambiar de juego que permitían las consolas de mesa. La ideó Gunpei Yokoi, el mismo técnico que había creado las Game&Watch, unas maquinitas que solo permitían jugar a un juego, y la NES, la primera consola de sobremesa de la compañía. Y tuvo su impulso gracias a uno de los juegos más simples pero efectivos de la historia: el Tetris, el rompecabezas del ruso Alexei Pjitnov, descubierto por un cazatalentos de Nintendo un año antes de salir la Gameboy.

Era una máquina de ocho bits, con pantalla en blanco y negro y pocos controles, que conocería varias versiones, la más importante la Gameboy Color, en 1998. "La programábamos en Ensamblador y aprovechando las herramientas del Spectrum. Nada que ver con internet y los actuales kits de desarrollo", recuerda Isidro Gilabert, responsable de Bitmanagers, el único estudio español que programó para Gameboy.

De sus ordenadores salieron hasta 31 productos para la consola, como las versiones de Turok, Asterix, Tintín y Los Pitufos. Pero los grandes éxitos vinieron de la mano de las franquicias de Nintendo y Disney. Desde los Donkey Kong, Mario y sus amigos, y Zelda, a los Pokémon, que alimentaron las ventas de la consola durante años y que es el juego más vendido de la historia, con 186 millones de copias entre las distintas partes y sagas. O Kim Possible, que descubrió el potencial de los videojuegos entre las niñas. O incluso el primer juego con acelerómetro, Yoshi Universal Gravitation.

A España, Gameboy llegó pronto pero mal, y apenas se vendieron 5.000 unidades en el primer año. El despegue llegó cuando Erbe, la empresa de videojuegos que creó el excantante de Fórmula V, Paco Pastor, se hizo cargo de la distribución del producto y colocaron 260.000 máquinas en 1991. "Solo con Tetris llegaron a vender 700.000 unidades", recuerda Ernesto F. Marqueiría, ahora jefe de producto de Nintendo España. "Entonces la piratería era industrial, falsificaciones asiáticas algunas muy bien hechas", señala.

Gameboy tuvo varias versiones --como la Advance, inspirada en las Game&Watch, o la SP, con forma de concha-- pero también accesorios, como una cámara de fotos, que podía imprimir las imágenes en papel térmico. En el 2004, llegaría la revolución con los controles táctiles de la Nintendo DS y la estrategia de Satoru Iwata de extender los videojuegos más allá de los niños. "La edad media del jugador de Gameboy eran los 8 o 10 años. Ahora la DS debe estar en los 30", afirma Pedro Bouza, jefe de producto en Nintendo.

Otras empresas quisieron emular el éxito de la Gameboy. Bandai se estrelló con su Wonderswan, o Sega con su Gamegear, y hubo intentos de Atari, Gizmodo o incluso Nokia con su N-Gage, que tuvo buenas ventas en España. La única competencia real llegó en el 2004, con la Playstation Portátil (PSP) de Sony


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