Hace 70 años que Pablo Picasso pintó "El Guernica", una de sus obras más conocidas y una de las piezas más relevantes de la historia del arte. El bombardeo de la ciudad vasca en abril de 1937 por la aviación nazi al servicio de la causa franquista, durante la Guerra Civil, causó en Picasso tal indignación que lo llevo a trabajar con todas sus fuerzas en este gran mural.
El mural es una gran denuncia a las barbaridades de la guerra, tiene una enorme carga simbólica forjada por el tiempo y por el desarrollo de los acontecimientos. Europa estaba conmovida y la sociedad europea luchaba contra el fascismo. "El Guernica" se convirtio en estandarte de esta lucha y al mismo tiempo un reclamo de paz.

Contemplando la obra de derecha a izquierda puedes ver una mujer desesperada, gritando de dolor dentro de una casa que se derrumba y arde. A su izquierda dos mujeres más, la de la parte superior asoma por una ventana y porta en su mano una lámpara, la luz de la verdad , que ilumina los estragos producidos por la barbarie. La de la parte inferior sale de la casa arrastrándose en su agonía. En el centro de la composición se encuentra el caballo, retorcido sobre sí mismo y mostrándonos una espuela; su boca abierta y su lengua-lanza demuestran su excitación ante los acontecimientos. Justo encima está el sol, empequeñecido, en forma oval y con una bombilla en su centro como si el humo del bombardeo hubiese contraído el astro rey y la única fuente de iluminación tuviese que ser artificial. Un poco a la izquierda un pájaro agita las alas y clama al cielo desesperado como si pidiese inútilmente una explicación para lo acontecido. Bajo las patas del caballo yace el guerrero muerto, su mano todavía sujeta una espada rota.
En el extremo izquierdo, un toro contempla la escena sorprendido y desconcertado y, a su lado una visión terrible: una madre abrumada por el dolor lleva en sus brazos el cuerpecito de su hijo muerto mientras mira al cielo rota por el dolor y la pena.
Picasso renuncia al color para acentuar el dramatismo y sólo utiliza la gama de grises, el blanco y el negro, es lo que en arte se denomina grisalla.
Es un cuadro “sonoro”, los personajes gritan, gesticulan y mueren bajo las bombas ciegas que con todo acaban. La denuncia de la violencia es aquí intemporal y ha sido siempre utilizada como un canto contra la sinrazón de la destrucción y la muerte en cualquier guerra. Picasso pinta a las cuatro mujeres en actitudes desesperadas, son la población civil indefensa, pero también al militar caído en la defensa y a los animales, ajenos a la locura humana.

Finalizada la Guerra Civil Española con la derrota del gobierno republicano el Guernica no volvió a España, ya en manos fascistas, sino que viajó al M.O.M.A. (museum of modern art) de Nueva York. Por deseo expreso Picasso, el cuadro no podría volver a España hasta que nuestro país fuese una democracia. Con la muerte de Franco en 1.975, España recupera esa democracia y el cuadro viene de Nueva York, siendo expuesto en el Casón del Buen Retiro (dependencia del Museo del Prado para las colecciones de los siglos XIX y XX). Despierta una enorme expectación y miles de personas hacen colas interminables para contemplarlo, adquiriendo así ese carácter de símbolo imperecedero que lo caracteriza.Recientemente se cambió su ubicación al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, también de Madrid, donde actualmente se encuentra en exposición.
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