Un gran triunfador y un gran vencido. Por mucho que la regla de oro de la Copa América sea no hay segundo, la Copa América de Valencia pasará a la historia por la existencia de un gran segundo, un extraordinario Team New Zealand, que hizo aún más grande el triunfo del suizo Alinghi.
Si hay que señalar una regata de las que hacen afición, sin duda ésta fue la de ayer. Lo tuvo todo: la esencia de la lucha que es el match race en su estado más puro y en donde no se dio ni un solo metro por perdido. La igualdad fue máxima desde la misma salida –como en prácticamente todos los matchs de esta final-, y el equipo que ha sido al final mejor y que ha tenido más suerte, se ha llevado el triunfo final. Y este no ha sido otro que el Alinghi.
Dean Barker sabía que ayer se lo jugaba todo, era una auténtica final para ellos, mientras que los de Ed Baird sabían que aún disponían de dos oportunidades más. Los 'kiwis' actuaron con su frialdad habitual y a punto estuvieron de ganar, pero lo cierto es que la suerte les dio la espalda una vez más en esta Copa América.
La primera ceñida fue tan igualada, que a cien metros para llegar a la boya, se dio una situación de 'dial up' entre los dos equipos, una circunstancia que tan solo se da en las pre-salidas y en los pasos por baliza si la situación es muy ajustada. En este caso tuvo lugar mucho antes, a la altura del 'lay line', en la que los suizos, que llevaban estribor, estuvieron hábiles y supieron arrancar antes el barco y montar con siete segundos de ventaja sobre los neozelandeses.La popa fue otra historia. Pese a que los helvéticos empezaron mandando, en el segundo tramo tuvieron problemas con el amantillo, que no les permitía trasluchar bien, lo que fue aprovechado por los neozelandeses para ponerse por delante y remontar los cerca de 100 metros de desventaja y pasar la puerta con 14 segundos de renta. Ahora volvían a mandar.
Pero la segunda ceñida fue prácticamente calcada a la primera. Guerra de viradas siempre favorable a los suizos, hasta que nuevamente a 100 metros de la boya, los desafiantes rehuyeron un segundo 'dial up' y se fueron a por los suizos realizando un 360º en su proa, pero no les dio espacio y los de Ed Baird, que venían con estribor, veían como los 'kiwis' se les echaban encima en una clara infracción de babor-estribor, con lo que fueron penalizados. Esto provocó que el Alinghi sacara 12 segundos en el paso por la última boya y afrontara una popa relativamente tranquila, con 140 metros de ventaja y con una penalización pendiente del rival.
Pero en los últimos 500 metros llegó la sorpresa. Un role de viento hizo que la entrada fuera en ceñida, los neozelandeses arriaron rápidamente el spi, mientras que los suizos tuvieron problemas y se quedaron materialmente parados. Se dio una situación de infarto a 50 metros de la meta, con los 'kiwis' cumpliendo su penalización y los suizos literalmente parados. Cuando empezaban a arrancar los 'kiwis', también lo hicieron los suizos con un pelín más de velocidad entrando con ese segundo de ventaja que les dio su segunda Jarra de las Cien Guineas.
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